VOCALOID 02
Capítulo 1: La chica de blanco
Segunda parte.
Kaito era un chico alto, solo unos pocos centímetros más alto que Meiko, que le sacaba una cabeza a Miku. Llevaba una larga gabardina blanca con detalles en azul y amarillo, unos pantalones marrones y una bufanda azul. Sus ojos eran grandes y de un azul oscuro profundo, muy profundo.
El chico se dio la vuelta
para ayudar a ponerse en pie a la joven asustada. La herida había dejado de
sangrar pero las lágrimas seguían saliendo de sus brillantes ojos celestes. Cuando
notó la mirada del muchacho preocupado que le había tendido la mano para
levantarse se fijó en sus ojos azules y su linda sonrisa tranquilizadora, se
sonrojó y se secó las lágrimas con la mano. Después agarró la mano de Kaito y
sintió algo nuevo, era una sensación tranquilizadora que le transmitía cariño y
seguridad, esa sensación la llenó por dentro, se sintió tan bien que
inconscientemente sonrió al joven muchacho.
Kaito pensó que la joven
era muy hermosa, por algún motivo le dolió ver lágrimas en su rostro, algo que
no debía de haberle importado demasiado tratándose de un desconocido. Cuando
sus manos se tocaron sintió una sensación similar a la que sintió anteriormente
la chica, fijó sus ojos en los de ella y le mostró su más cálida sonrisa.
- ¿Estás bien? – Le
preguntó con una voz suave, transmitiéndole tranquilidad a la pequeña.
- Sí, gracias – Dijo ella con
la voz un poco cortada mirando hacia abajo mientras se sacudía el vestido.
Kaito se percató de que la
chica iba descalza, de nuevo la examinó de arriba abajo. Era una chica muy
delgada y con apenas pecho, el vestido blanco era como un suave trozo de seda
que le cubría lo más mínimo hasta un poco más arriba de las rodillas. Tenía
unos brazos y unas piernas delgadas, pero aún así era hermosa. Su pelo era
exageradamente largo, tanto que casi tocaba el suelo, de un color verde azulado
muy parecido al turquesa además de muy brillante, bastante inusual. Su piel era
muy clara y parecía tener un tacto suave. Sus ojos eran grandes y de un celeste
brillante que hipnotizaba. Tenía unos labios finos pero carnosos a la vez, y
una sonrisa que haría de sol en las noches más oscuras. Su voz era un poco
especial, pero no sabía por qué exactamente. Finalmente encontró lo que andaba
buscando con la mirada, la marca del brazo izquierdo.
- Oye… - Dejó la palabra
en el aire haciendo notar que quería saber su nombre.
- Miku, Miku Hatsune – Se
apresuró a contestar.
Kaito se disponía a hablar
pero Meiko, que ya había recogido las bolsas y caminaba hacia delante se
interpuso en la conversación.
- Kaito, no voy a
esperarte. Adiós – Dijo alejándose de ellos – ¡Te vas a quedar sin helados!
- ¡Espera un momento
Meiko! - Le gritó en vano. Suspiró y de
nuevo se dirigió a Miku – Hatsune, ¿Por casualidad le han dejado unos
científicos cerca de la playa? – Preguntó haciéndose una idea de lo que le
había pasado a la joven
La muchacha dudó unos
segundos, miró a los ojos de nuevo al chico y respondió sinceramente – Sí.
¿Cómo lo has sabido?
- Bueno, es algo que nos
hacen a todos, ya te explicaré, ¿Quieres venir con nosotros a nuestra casa por
un tiempo?
- ¿Yo? – Sus mejillas
sonrojaron levemente – Pero - Bajó la
cabeza algo insegura.
- Claro, al fin y al cabo
tenemos la misma… misión – Dijo Kaito agarrándole de la muñeca para poder
alcanzar a Meiko
Miku
alzó una ceja - Pero no le caigo bien a tu novia
El muchacho quedó atónito
por las palabras que la joven le había dicho, Meiko ¿Su novia? Qué locura más
grande, ¡Ni en sueños! Era una mujer atractiva y con buen cuerpo, pero no era
su tipo y además no se llevaban demasiado bien.
– Ella no es mi novia. Es
muy difícil de tratar, seguro que al final acabais siendo amigas. – Comentó con
una risa sarcástica
Miku seguía sin saber qué
hacer, Kaito empezó a tirar de ella y a caminar hacia delante.
- No te lo pienses más,
vente con nosotros – Le dijo girándose para dedicarle una sonrisa.
Ahora Miku tenía nuevos
amigos que le enseñarían lo más básico para vivir como una persona normal y lo
más importante, a cumplir su misión como Vocaloid. Con ellos sentirá muchas
nuevas sensaciones y sentimientos, su camino está lleno de felicidad, pero
también de dificultades y sufrimiento.
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